probablemente no dejaré de hablar de ello
aun cuando no hable
aun cuando cierre los sonidos
cuando los amordace
y me acosen los peros las respuestas
las teorías no solicitadas
los relatos vendidos a los duendes

habrá hombres y mujeres a mi puerta
con un poema ingenuo y un perfume
esperando que mi intuición se abra
como una flor sedienta de rocío

y pasaremos todos a la sala
y me darán su elixir de frambuesa
esperando que diga lo que callo
para que al fin respiren

pero no habrá una metáfora piadosa
ni viajará una sílaba ermitaña
a interpretar el borde de mis labios

no pasa nada

pese que a que ocurre una fuerte resistencia
en la que guardo mi voz y sus corrientes
me baño en ellas
y el agua me silencia

cuelgo mi herida limpia a que se seque
y sin hablar de aquello que no quiero
cierro el poema que lo nombró
sin nombre